En Bogotá, más de medio millón de personas están circulando por las vías de la ciudad sin tener su licencia de conducción al día. Según cifras entregadas por la Secretaría Distrital de Movilidad, actualmente hay 557.144 vencidas en la capital del país, una situación alarmante que pone en riesgo la seguridad vial y ha obligado a las autoridades a intensificar los controles y campañas pedagógicas para evitar mayores consecuencias.
El año pasado, 16.447 personas fueron sancionadas por manejar sin haber obtenido siquiera una licencia. Otras 734 fueron multadas por no portar el documento, mientras que 6.370 recibieron comparendos por tenerlo vencido. Cada una de estas cifras refleja una conducta irregular, pero también una falta de conciencia sobre la responsabilidad que implica estar al frente de un volante.
Diana López, una ciudadana bogotana, fue una de las tantas personas sorprendidas por esta situación. “No me había dado cuenta y salí a hacer mercado en mi carro. Cuando iba transitando por la carrera 7.ª me pararon las autoridades de tránsito, yo estaba confiada de tener todo al día, pero no era así. Tenía vencida la licencia y no me había dado cuenta. Me pusieron el parte y, ni modo, no había cómo reclamar”, relató. Su historia refleja el descuido de muchos conductores que olvidan revisar la vigencia de este documento esencial.
Pero no todos incurren en esta falta por descuido. Hay quienes, a sabiendas de que no cumplen con los requisitos, conducen por las calles de la ciudad arriesgándose no solo a una sanción, sino a algo mucho más grave: causar un accidente, especialmente si su estado físico o mental ya no les permite conducir con plenas facultades. Y es precisamente por este motivo que las autoridades insisten en la importancia de renovar la licencia a tiempo.
La infracción por conducir con la licencia vencida está clasificada como B02 y conlleva una multa de 321.800 pesos, además de la inmovilización del vehículo. En casos más graves, como conducir sin haber obtenido nunca la licencia, la infracción es la D01, con una sanción de 1’207.762 pesos. Estas cifras buscan ser un elemento disuasivo, pero las estadísticas demuestran que muchos ciudadanos siguen ignorando la normativa.
De las licencias pendientes por renovar en Bogotá, 43,80 % corresponde a servicio público, el 26,12 % a servicio particular y el 30,07 % a motocicleta. Esto indica que el incumplimiento es transversal, y afecta tanto a conductores profesionales como a particulares y motociclistas. En todos los casos, el riesgo es el mismo: transitar sin las garantías mínimas de aptitud para operar un vehículo.
La Secretaría Distrital de Movilidad ha hecho un llamado urgente a los ciudadanos para que realicen los trámites de expedición o renovación de su licencia, recordando que este documento no solo es obligatorio, sino vital para identificar si un conductor mantiene las capacidades físicas, mentales y motrices necesarias para conducir, y si posee los conocimientos normativos requeridos para circular con seguridad.
El trámite de expedición o renovación es sencillo y no requiere de intermediarios. El proceso de agendamiento se realiza gratuitamente a través del portal www.ventanillamovilidad.com.co, siempre que el ciudadano cumpla con los requisitos previos. Para los vehículos particulares, el costo de la expedición de una nueva licencia es de 273.900 pesos, mientras que para motocicletas es de 227.500. En cuanto a la renovación, los valores son de 128.400 pesos para automóviles y 221.800 para motocicletas.
Entre los requisitos se incluye la inscripción ante el Registro Único Nacional de Tránsito (Runt), la validación de documentos como el certificado de aptitud física y mental, así como el certificado de aptitud en conducción. Además, los ciudadanos deben presentar y aprobar exámenes teóricos y prácticos en centros autorizados, y estar a paz y salvo por infracciones de tránsito.
Para los menores de edad que deseen tramitar su licencia, deben contar con mínimo 16 años y solo pueden obtenerla para vehículos de servicio particular. En todos los casos, la foto requerida para el documento será tomada gratuitamente en cualquiera de los 19 puntos de atención de la Ventanilla Única de Servicios en Bogotá.
La renovación, por su parte, también exige tener incorporado en el Runt, el certificado de examen físico, mental y de coordinación motriz, expedido por un centro de reconocimiento de conductores (CRC). Además, dependiendo del tipo de servicio y la edad del conductor, la vigencia de la nueva licencia varía: tres años para servicio público, diez años para particulares menores de 60 años, cinco años para quienes tienen entre 60 y 80 años, y anualmente para los mayores de 80.
La plataforma digital www.milicencia.com, operada por Olimpia, ha ofrecido una solución eficiente para quienes necesitan renovar su licencia. De acuerdo con datos recientes, Bogotá encabeza la lista de regiones con más licencias próximas a vencer, con más de 36.500 casos, seguida por Antioquia con más de 21.000, Valle del Cauca con 15.000, Cundinamarca con 10.000 y Santander con 8.000. Esta situación afecta principalmente a personas entre los 30 y 50 años de edad, donde el 78 % son hombres y el 22 %, mujeres.
Además de las renovaciones, otro fenómeno que ha crecido es la recategorización de licencias. Entre enero y marzo de 2025 se han registrado más de 14.000 procesos de este tipo, siendo Bogotá y Antioquia los departamentos con más solicitudes, con 2.200 cada uno. Este procedimiento permite a los conductores ascender a una categoría superior, siempre que tengan una licencia base y aprueben un curso en un centro de enseñanza automovilística, tal como lo establece la Resolución 3245 de 2009.
Conducir con responsabilidad no es solo una exigencia legal, sino un compromiso ciudadano. Obtener y mantener la licencia de conducción implica cumplir con los trámites establecidos, respetar los plazos de renovación y asumir un comportamiento vial ejemplar. La invitación, entonces, es a revisar la fecha de vencimiento de la licencia, realizar el trámite si es necesario y contribuir a una movilidad más segura para todos los habitantes de Bogotá.
Los exámenes
Conducir no es solo cuestión de experiencia o conocimiento del reglamento de tránsito. Implica también un conjunto de habilidades físicas y cognitivas que permiten reaccionar de forma adecuada ante las múltiples situaciones que se presentan en la carretera.
Expertos en seguridad vial coinciden en que la coordinación ojo-mano, el tiempo de reacción, la fuerza muscular, la flexibilidad y el equilibrio son fundamentales para el control adecuado del vehículo. Estas capacidades permiten desde maniobrar el volante y accionar los pedales con precisión, hasta mantener una postura adecuada durante trayectos prolongados.
Uno de los factores más determinantes al conducir es el tiempo de reacción, indispensable para frenar o esquivar obstáculos inesperados. Junto a este, la fuerza muscular y la flexibilidad permiten ejecutar movimientos con agilidad, sin comprometer el control del vehículo.
El equilibrio también juega un papel importante, especialmente en maniobras como tomar curvas cerradas o transitar por caminos irregulares.
Pero las habilidades físicas no son suficientes. La visión y la audición son sentidos claves para identificar señales de tránsito, detectar vehículos cercanos y responder a sonidos como claxon o sirenas. Asimismo, la atención dividida y la capacidad de respuesta permiten al conductor procesar múltiples estímulos simultáneamente, manteniendo el enfoque en todo momento.
Por último, la tolerancia al estrés es esencial en entornos complejos, como el tráfico denso o situaciones imprevistas, donde mantener la calma puede marcar la diferencia entre un accidente y una maniobra exitosa.
El desarrollo y mantenimiento de estas habilidades no solo mejora la eficacia al volante, sino que contribuye directamente a una conducción más segura para todos.
CAROL MALAVER
SUBEDITORA BOGOTÁ
Escríbanos a carmal@eltiempo.com
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