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Explicativo
Los personajes de las fábulas de Rafael Pombo saltan al multiverso, en la Feria del Libro de Bogotá
En el pabellón Infantil, los niños pueden explorar sus historias con avatares y recreación de poemas por IA.
Las nuevas generaciones de pequeños lectores tienen la oportunidad de acercarse al trabajo, los mensajes y a los entrañables personajes creados por el escritor y poeta. Foto: Fundación Pombo
La pobre viejecita suma 171 años, sin nadita que comer y encorvada como un tres. El hijo de Rana, Rin Rin Renacuajo hoy tiene isla propia. Simón el bobito, no era tan menso; si hasta a la luna llegó. ¿Cómo hicieron estos y otros pintorescos personajes del poeta mayor de los niños, para traspasar las fronteras de la imaginación? La respuesta la tienen los genios de la informática y los videojuegos.
Como un recuerdo, viene a la mente la imagen del estricto profesor Ambrosio, del Instituto Ramón Menéndez Pidal: ¿Qué diría, si viviera el titular de la asignatura de español, al ver navegar en la mar de la virtualidad a las criaturas del insigne fabulador bogotano, su alter ego, quien, cuyas obras, junto con la gramática de Caro y Cuervo, instruía con rigor a sus alumnos, y obligaba a aprender de memoria sus poemas, de un día para otro?
-A ver, Valero, cómo le fue con Simón el bobito. Pase al frente y lo recita.
A Valero se le perlaba la frente de sudor y le temblaban las corvas. Cruzaba las manos atrás y bajaba angustiado la testa.
-¡Diga mu, por lo menos-, replicaba airado el docente.
Pues ni mu ni fa. Enrojecido y al borde del soponcio, al pobre Valero se le aguaba la mirada esperando el juicio final.
-Vuelva a su puesto, tiene cero-, sentenciaba imperativo don Ambrosio, observando al chiquillo por encima de las antiparras de carey, mientras atisbaba cabezas para llamar al siguiente.
Otra hubiera sido la suerte de Valero, el hijo del talabartero (que de mayor se hizo próspero ganadero), si en el presente se hubiera topado con las fantásticas herramientas tecnológicas que nos acontecen, en comunión con la didáctica de "aprender jugando", de la Fundación Rafael Pombo (que está celebrando 40 años), en alianza con Uniminuto.
El uso de la tecnología lleva a otro nivel el contexto en el que se desarrollaban las fábulas. Foto:Fundación Pombo
Ha pasado más de una centuria y el legado de Pombo sigue intacto en el pensum de la infancia. "Don José Rafael Pombo y Rebolledo -diría el profe Ambrosio-, narrador, bardo, fabulista, traductor, periodista y diplomático bogotano, nacido en 1833 y fallecido en 1912, miembro de la alta sociedad capitalina, creador de los periódicos El Cartucho y El Centro, y colaborador de La Siesta, El Tomista, El Día y El Filotémico".
“Prolífico en su quehacer literario, autor de fábulas, poemas y cuentos, la mayoría llevados a escena, fue declarado Poeta Nacional de Colombia, en 1905, y nombrado miembro de la Academia Colombiana de la Lengua, en calidad de secretario vitalicio, tres meses antes de su fallecimiento”.
Quién, desde remotas épocas, en aulas de español, clausuras y centros literarios, no ha prodigado su voz y sus aptitudes histriónicas para ponerse en las botas del Gato Michín, el que dijo a su mamá, voy a volverme Pateta, / y al que impedirlo se meta / en el acto morirá....
O, a cuántos centenares de niñas sus padres no habrán disfrazado de chal, anteojos, bastón y pañoleta, para escenificar en el proscenio a La pobre viejecita, sin nadita que comer/ sino carnes, frutas, dulces, / tortas, huevos, pan y pez...
Ni hablar del más mentado y encarnado de la pombomanía, El renacuajo paseador, cuando el filipichín, bien de mañana, salió de su casa muy tieso y muy majo, / con pantalón corto, corbata a la moda, / sombrero encintado y chupa de boda..., de una copiosa lista de monachos, cuentos y poemas que brotaban como peces de la imaginación del poeta de los niños, año tras año, ineludibles sus librillos en la lista de textos y útiles escolares.
La experiencia inmersiva es uno de los atractivos más grandes. Foto:Fundación Pombo
Aprender jugando
Álvaro Gutiérrez Rodríguez, licenciado en Informática, con dos maestrías en Educación y Tecnología, de Uniminuto, y otra en curso de Ingeniería en Desarrollo de Software, de la Universidad Manuela Beltrán, lidera el equipo de cerebros que diseñan y configuran programas de entretenimiento didáctico para la Fundación Rafael Pombo, en distintos eventos, como la Feria Internacional del Libro de Bogotá, uno de los más visitados.
Gutiérrez, por aptitud y experiencia, es un convencido de que el aprendizaje ideal, no solo en español sino en cualquiera de las áreas, debería estar respaldado por la lúdica:
"Es la llave que abre las puertas de la imaginación, y conduce a la creación de 'aprender jugando', un proyecto que, con grandes esfuerzos, ha sido posible gracias a María del Pilar Arango, directora de la Fundación Pombo; al padre Camilo Bernal, de Uniminuto, al piloso equipo de la Escuela de Ingeniería, y al personal de la Fundación Pombo. En la Feria del Libro de Bogotá hay diez pantallas disponibles para disfrute de chicos y grandes".
El semillero interactivo de la alianza Uniminuto y la Fundación Rafael Pombo, ha venido creciendo de años anteriores con la creación de Pombo en el Metaverso, que incluye tres islas (etapas o módulos) de desarrollo y exploración inmersiva con avatares de los personajes y relatos del poeta, e inteligencia artificial para la creación de poemas en rima por parte de los niños, con inducción del mismo Pombo. Hay recompensas para los mejores logros.
"Un punto interesante -recomienda Gutiérrez-, sobre todo para los chicos, es que pueden formular preguntas habladas o escritas para enterarse de lo que quieran saber alrededor de la vida y obra de Rafael Pombo".
"Otra de las experiencias que más disfrutan los niños es la realidad aumentada, para escanear imágenes y proyectarlas en 3D, como el sistema solar, que viene con música y animación. Este año, nos enfocamos en El renacuajo paseador".
-En síntesis, usted también se divierte enseñando.
Claro, y aprendiendo, ya que uno aprende de los niños, porque su creatividad es ilimitada. Por eso esta dinámica de crear y recrear es tan poderosa para el aprendizaje".
-Qué otros proyectos tienen con Uniminuto.
Un semillero de vídeo juegos que nos ha retribuido nobles satisfacciones: uno sobre la Cultura Quimbaya que ocupó el primer lugar en una ponencia a nivel nacional, y en Chile estuvimos en los primeros puestos. Ahora estoy trabajando con los estudiantes en un proyecto de la Cultura Tayrona.
La Fundación Pombo tiene actividades durante el 2025 para celebrar sus 40 años. Foto:Fundación Pombo
40 años de la Fundación Pombo
Para María del Pilar Arango, directora de la Fundación Rafael Pombo, es motivo de orgullo la celebración de los 40 años de la institución por el compromiso y el trabajo que, en todo este tiempo, se ha hecho para incentivar el fomento de la lectura en niños de 6 a 12 años.
Arango enfatiza que la celebración se extenderá durante todo el año con múltiples actividades, en ambientes de aprendizaje, salas de lectura, colegios, universidades y empresas, con guías y cuidadores especializados.
-Cuál es su presentación de la Fundación Pombo para un sector de la población que aún no la conoce.
La Fundación Pombo es un lugar para la imaginación y la creatividad; es un espacio para el emprendimiento didáctico, la cultura, la pedagogía, el amor y el fomento de la lectura en los niños, que son nuestros grandes invitados.
-Con qué se encuentran los pequeños cuando ustedes les abren las puertas.
Con un universo maravilloso para explorar con todos los sentidos. Tenemos sala de lectura, con libros físicos. Contamos con audiolibros que les ayudan a la interpretación de historias y personajes, y para complementar, el metaverso, la realidad aumentada y la inteligencia artificial, que les ofrece el conocimiento de la obra en general, y de Pombo como autor. Una experiencia de inmersión y exploración fascinante.
Hora de tinieblas
De don José Rafael Pombo y Rebolledo, el poeta que en el correr vertiginoso del tiempo más reconocen y del que más han aprendido los niños, se han realizado cualquier cantidad de publicaciones. En 1953, la Radio Nacional de Colombia difundió los montajes de varias de sus obras, entre ellas el Gato Michín, que se presentaban en el Radioteatro.
El archivo de la emisora HJCK conserva los poemas de Pombo declamados por Gloria Valencia de Castaño. Los dos álbumes de Pombo Musical (2008 y 2017), hicieron historia en hogares y colegios, interpretados por voces consagradas en distintas épocas: el mismo Carlos Vives, Andrea Echeverri, Lucía Vives, Iván Benavides, Lucía Pulido, Santiago Cruz, Jorge Celedón, Guillo Vives, Gusi, Fanny Lu, ChocQuibTown, y hasta Doctor Krápula, entre otros.
Lo que quizás pocos conocen del historial lirico de Pombo, es Hora de Tinieblas, poema contestatario y devastador, que el bardo escribió en 1985, producto -dicen- de una fuerte crisis emocional; y que la curia y la recatada sociedad calificaron de reprobable y blasfemo. Basta darle un vistazo al introito:
¡Oh qué misterio este de la existencia! / ¡Revélame algo conciencia! / ¡Háblame Dios poderoso! / Hay no sé qué pavoroso / en el ser de nuestro ser. / ¿Por qué vine yo a nacer? / ¿Quién a padecer me obliga? / ¿Quién dio esa ley enemiga de ser para padecer?
Cuando el profesor Ambrosio lo recitaba con su voz cavernosa y trémula en clase, se nos retorcían los nervios, y ¡ay! del que pidiera permiso para ir al baño.
Visite la Fundación Rafael Pombo en la FilBo 25: Pabellón Infantil, Salón conector 4 (ingreso por la Avenida de la Esperanza).
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